Los niños con TDAH pueden comer los mismos dulces y golosinas que los niños que no padecen el trastorno. Se cree que el chocolate afecta a los niños y los vuelve más inquietos e impulsivos. Esto es falso. El chocolate (al igual que la cafeína) es un estimulante del sistema nervioso central, que es el mismo grupo de sustancias a las cuales pertenece el metilfenidato. En teoría, el consumo de cantidades moderadas de chocolate más bien ayudaría al niño a concentrarse y controlar su inquietud por lo que no se debe prohibir a los niños que lo consuman en cantidades moderadas, como hace el resto de los niños. Claro que si un niño (o cualquier persona) se come una caja completa de chocolates sobrestimulará su sistema nervioso, tendrá problemas para dormir y los demás lo notarán inquieto.
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Es falso también que los dulces vuelven más hiperactivos a los niños. El azúcar no tiene ningún efecto sobre la hiperactivad. Finalmente todos los alimentos producen energía y no por esto se busca controlar la inquietud del niño con la restricción alimentaria. Algunos niños simplemente se ponen contentos cuando se les ofrecen dulces (aún más si es en el contexto de una fiesta) y por ello puede parecer que el azúcar los acelera.