- Ser tratados con respeto e igualdad frente a otros niños.
- Vivir en un ambiente familiar seguro, organizado y bien estructurado.
- Recibir una adecuada supervisión ante el riesgo de accidentes relacionados con su inquietud e impulsividad.
- Asistir a una escuela de educación regular independientemente de la gravedad de su problema.
- Recibir una educación flexible, con apoyo especial en el aprendizaje y, de ser necesario, mecanismos alternos de evaluación.
- Contar con espacios y oportunidades para la práctica de una actividad deportiva.
- Recibir estímulos para ejercitar su mente principalmente a través de la lectura y los juegos de agilidad mental y destreza.
- Recibir tratamiento médico y/o psicológico para su problema.
- Recibir una evaluación familiar que permita al médico o al psicólogo detector áreas de intervención.
- Contar con las facilidades para que sus padres también sean tratados si padecen TDAH o algún otro trastorno mental.